o caso, mejor sálvese usted. Digo... ¿O no...? "La esperanza es el sueño del hombre despierto". Son palabras de Aristóteles. El hombre, incluyendo a los demás animales, lleva un enorme carro arrastrado por él, llamado vida, lleno de problemas, donde hay atada una zanahoria colgada de una vara, lejos de su mano, llamada esperanza, y él se desgasta tratando de alcanzarla. "La vida es sueño", dicen los poetas y los dormilones. Tienen razón. Vivimos soñando con ganar la lotería, con Pamela Anderson, o con Leonardo DiCaprio, según nuestros gustos, con nuestro equipo campeón eterno, con ser ricos y famosos, con un Viagra sin efectos colaterales –esto lo desean nenes y nenas-. Aparte de los insomnes, hay quienes sueñan con poder soñar. Son los pesimistas. Porque no tienen la capacidad de soñar con la felicidad, que soñar con ella, es una de las formas de la felicidad, sino la mejor, y en muchos casos, la única
Quienes tienen muchas esperanzas, son las muchachas casaderas. Esperan a su príncipe azul. Tienen tantas esperanzas doradas, llenas de ganas encontrar y atrapar a briosos unicornios azules, montados por valientes príncipes del mismo color, que la liberarán luego de los dragones Soledad y Desamor. El enemigo de estas esperanzas, es la inflación. Ellas inflan los sueños demasiado, como un globo y al poco tiempo, los hacen explotar. De ahí escapa un gas llamado Desilusión -algunos dicen que se llama Realidad -y es letal para las esperanzas. No dan más frutos. Dejan de reproducirse y se mueren. Y entonces esas muchachas no creen en nada. Con sus esperanzas perdidas, van a la estación del tren y no esperan verlo llegar, pues dejaron de creer en ellos. Se van sin viajar a ninguna parte y no llegan a su trabajo o a sus estudios o a citas con un nuevo príncipe azul, y viven solas de cariño. Esto les trae más problemas. No creen en Papá Noel, ni en papanicolau, y renuncian a recibir regalos y en cuidarse la salud. a dudan en la sinceridad de los avisos publicitarios y no creen imprescindible usar desodorantes que no las abandonen, con el consiguiente aislamiento provocado por sus conocidos.dudan en las campañas publicitarias y suponen que también los desodorantes las abandonarán, con el consiguiente abandono de sus conocidos, y no los usan. Y sí, sus conocidos se apartan de ellas, pero no por el desamparo de su desodorante, sino porque su pesimismo, les quita su simpatía. Descreen en la fecha de vencimiento de los yogures, lo cual les trae terribles problemas en sus dietas para adelgazar y se sienten feas. Este eterno descreer, les hace dudar de las cosas importantes de la existencia, como de las papas fritas, la cerveza, la pizza de jamón y morrones, el amor de su perro, el café recién servido, los amaneceres bonitos, salir a ver vidrieras con una amiga y comprarse una blusa nueva. La falta de esperanzas de las niñas, arruina sus vidas. Se vuelven agrias, vengativas. Para algunas de ellas, serían necesario verdaderos esposos kamikazes, pero deberían ir contentos al himeneo terrible que les espera, pues es para salvar los destinos del mundo, y les haría ganar sin dudas el cielo eterno. Debería esto ser un sacerdocio, homenajeado por la humanidad toda.
Y deciden casarse con el primer infeliz que se les cruza, que no les agrada, sólo para vengarse de sus esperanzas. Y para colmo de males, muchas hasta llegan a convertirse en suegras. Como suegras, siembran cizaña entre las parejas felices. El destino del mundo, como verás, depende de estas en apariencia pequeñas esperanzas de las niñas casaderas. Esto provoca separaciones en la familia tipo. O sea papá, mamá y los niños. Luego del divorcio, familia tipo se transforma en mamá y los nenes cinco días de la semana. Que ahora también es familia tipo. Sábados y domingos es papá y los nenes. Unas diez horas todos los días de semana, es alguna de las suegras cuidando a los nenes, porque mamá trabaja. Esto trae la disgregación de la familia, el pilar de las naciones y de la prosperidad del mundo entero y la caída del sacrosanto capitalismo salvaje.
Vemos como la suegra, consecuencia directa de las niñas casaderas con sus esperanzas rotas, es la culpable de
Todos los males de la vida. Usted podría acusar a esta teoría científica de simplista. Cualquiera con suegra, le hablará de lo imposible de vivir con ella.Para algunas de ellas, serían necesario verdaderos esposos kamikazes, pero deberían ir contentos al himeneo terrible que les espera, pues es para salvar los destinos del mundo, y les haría ganar sin dudas el cielo eterno. Debería esto ser un sacerdocio, homenajeado por la humanidad toda.Para algunas de ellas, serían necesario verdaderos esposos kamikazes, pero deberían ir contentos al himeneo terrible que les espera, pues es para salvar los destinos del mundo, y les haría ganar sin dudas el cielo eterno. Debería esto ser un sacerdocio, homenajeado por la humanidad toda. Para algunas de ellas, serían necesario verdaderos esposos kamikazes, pero deberían ir contentos al himeneo terrible que les espera, pues es para salvar los destinos del mundo, y les haría ganar sin dudas el cielo eterno. Debería esto ser un sacerdocio, homenajeado por la humanidad toda.
Hay dos soluciones para los males de la humanidad. Una sería que todos los hombres casaderos del mundo, se casen con las niñas casaderas desilusionadas, aun sabiendo de antemano, que sus vidas serán un horror. Para ello se necesitaría una mentalidad kamikaze, pero sería al servicio de una causa muy grande, muy noble, que se debería inculcar ya desde el jardín de infantes a los varoncitos. Debería esto ser un sacerdocio, homenajeado por la humanidad toda.Para algunas de ellas, serían necesario verdaderos esposos kamikazes, pero deberían ir contentos al himeneo terrible que les espera, pues es para salvar los destinos del mundo, y les haría ganar sin dudas el cielo eterno. Debería esto ser un sacerdocio, homenajeado por la humanidad toda. que todos los príncipes azules se enamoren de todas las niñas casaderas, que se casen con ellas y las hagan felices. Se evitaría su conversión en las temibles suegras. Me entró una duda... Si las niñas casaderas se casan, tendrán hijitas. Estas crecerán. Si crecen, en algún momento habrá más niñas casaderas y necesidad de que estén casadas, para hacerlas felices, para no destrozar sus esperanzas. Y tendrán más hijitas. Y estas crecerán... Y harán falta más esposos kamikazes y más príncipes azules... Y... mmmm... no sé si la producción de esposos kamikazes y príncipes azules, será tan grande como la de nuevas niñas casaderas. como la pizza de jamón y morrones
Hasta confirmarla, si usted es un muchacho casadero con vocación de kamikaze o un brioso príncipe azul, no se case con ninguna muchacha desesperanzada, si sólo lo hace para salvar al mundo. Y si lo realiza, no ande luego vanagloriándose de que de esta luchando por la salvación de la humanidad. Nadie lo obligó. En todo caso, mejor sálvese usted. Digo... ¿O no...?