MI PRIMO FORTACHÓN

-Había una vez un mio, llamado por sus conocidos, Fortachón , hombre de grandes y exuberantes poderes eróticos, amado locamente por su cónuge, justo por eso, que otros méritos no tenía, que envidioso de los musulmanes, porque su religión les permitía tener todas las esposas, concubinas y esclavas que quisieran y . cansado de su esposa, fea, histérica, ninfómanna y dominante, se divorció de ella, vendió todos sus bienes y se fue a vivir a un país musulmán. Realizó todo los trámites necesarios para ser de esa religión. Se instaló en una cómoda y amplia casa, y comenzó su agradable tarea de coleccionar esposas y concubinas. “Escoba nueva barre bien”, dice un antiguo refrán. Los primeros meses, todo era lujuria, placer, goce y alegría explotándole por todos los poros y no sólo por ahí, que otros agujeros secretores posee el macho humano. Por lo tanto, decidió ir agregando féminas. Ya tenía seis y decidió agregar otras tantas. La escoba seguía barriendo bien. Pero muy pronto comenzaron a caérsele las pajas. A la escoba, no al hombre. Con tantas mujeres ni necesidad tenía de esa vieja y querida costumbre artesanal. Comenzó a sentir signos de impotencia. Primero fue una noche, luego dos seguidas, luego un mes. Nadie crea en la pasividad sexual del sexo femenino. Ellas, celosas unas de otras, creyendo ser desechadas de la cama de su señor, comenzaron a disputar entre sí, luego con él. En un intento de volver a los felices cauces iniciales, nuestro hombre intentó contentar a todas, pero llegó apenas a una, en toda una semana, y solo a la que le gustaba el sexo bucal, porque el oral, es por teléfono.
Comenzaron las burlas. Las más suaves, hablaban de su impotencia. Las más duras, se referían a su cambio de bando sexual. Y esto no se detuvo. Por el contrario, por la presión femenina, nuestro hombre no tuvo una erección más. Consultó médicos, adivinos, curanderos, astrólogos y todo fue inútil.
Hoy nuestro hombre, tras haberle pedido de rodillas a su ex mujer fea, histérica,ninfómana y ahora más aún dominante, volver a casarse, vive con ella. Y volvió a tener sexo anual. Dije anual, no anal. Lean bien.