FEOS GANADORES
BELLEZA, VADE RETRO
Creo que soy buen observador, que no tiene nada que ver con voyer, palabra francesa que se utiliza para marcar a quien gusta de mirar a otros, sobre todo cuando hay interrelaciones sexuales, porque me gusta ver y tocar y oler y oír las que protagonizo. Cuando puedo, claro, no todos los días son domingo de gloria.
Voyer, es también lo que hacemos, no en vivo, cuando alquilamos una película porno. Hablo de esto, porque interesa el tema de la pareja. La mitad de las parejas, papeles mediante, se separan a los 5 años. Ni hablar de las de hecho, y menos de los noviecitos transadores y/o curtidores, como se dice ahora. (Transar = besar; curtir = fornicar.) Esta aclaración es para los extranjeros que lean esto. Y como soy muy buen observador, veo que las parejas con más altas probabilidades de fracaso, son las integradas por personas que en el mercado de belleza estipulada en la actualidad, por la moda, son consideradas hermosas, aunque el adjetivo debería ser deseables. La belleza no existe, es un adjetivo sin parámetros verdaderos, lindo es lo que me gusta a mí, como las mujeres deseables y deseadoras. Con eso alcanza, si me desean, por supuesto. De lo contrario, no existen, no tienen sexo, son sólo personas. A ellas les gustan los hombres muy masculinos, con dinero o con poder, etc. Este etcétera es interminable, más que tres infinitos juntos, puestos frente a espejos opuestos en posición paralela. Niñas, ustedes sueñan con la perfección, y si no la encuentran, la inventan.
Esta una ecuación simple. 2+2=4. Todos quieren tener una pareja considerada bella. Y como el porcentaje de los mal llamados muy hermosos es bajo, la oferta es muchísimo menor que la demanda. Por lo tanto, ni bien alguien ve a un espécimen que considera atractivo al máximo, realiza cualquier tipo de maniobra, incluso peligroso, ilegal o pecaminosa, con tal de atraer a ese ser alfa. Si lo logra, mala suerte, ahora deberá luchar a capa y espada, contra todos los demás competidores/as que serán 9.999.999 o más.
Supongamos que ese espécimen tan codiciado, no es vanidoso –probabilidades 1 en 999.999 – y que tampoco es ambicioso de conquistas eróticas –probabilidades 1 en 888.888 –esta cifra es algo menor, porque siendo presumido y fatuo, necesita refrendar su poder, todo lo posible. Las probabilidades de éxito total, son muy bajas, pero posibles. No sé si creer en los milagros, pero a veces pareciera que se dan parejas fieles en esos casos, como la de Paul Newman y su mujer Joan Wodward, y digo “pareciera”, porque no sé que hacen en su vida privada, pero al menos siguen casados. Y por el contrario, casi toda la farándula del mundo entero, vive de amorío en amorío, si eso es digno de llamarse vida. Podría decirse diversión, que no es fea palabra, si uno se aguanta los abandonos y las traiciones, sobre todo si uno hace lo mismo.
Y aquí viene mi súper poder de observación, a salvar a la parejita en apariencia débil, la perdedora, la antihéroe, pero en realidad la winner. Los mal considerados feos, los gordos, los muy morochos, los rostros poco armónicos, rasgos en algunos casos desproporcionados, con claros defectos físicos, como petisura en los varones, tetas pequeñas en las damas, culos chatos en ellas, y grandes en ellos, etc., no mueren vírgenes. Tienen sexo, hijos y forman parejas bastante estables. Porque el terror a perder a su medio pomelo, es mínimo, casi inconmensurable.
–Para semejante candil, mejor quedarme a oscuras –dirán algunos. Y tienen razón, debe ser mucho mejor ser cornúpeto, engañada y abandonada, y vivir de divorcio en divorcio. Digo, no sé, yo, en lo personal tuve demasiada suerte, no así Betty, mi mujer, que se casó conmigo. Pero sigo siendo Súperobservador, y veo como les va a los demás… pobres…
Quiero llegar a una conclusión, que en este blog lo dije, sin exagerar, 324.987 veces... Quieran a quien los quiera, no amen, porque amar es poner en un pedestal a alguien. Querer es comprender al otro, y aceptarle no sólo sus defectos, sino también darse cuenta que esos defectos, los unen, porque el otro sabe que los posee, y por eso suele pagar el precio de aceptar los nuestros. Y no dejen que nadie los suba a un pedestal, porque de ahí, uno siempre se cae, y las caídas duelen… Muestren sus calzoncillos con palomitas, o sus rostros sin maquillar, en los días femeninos.
Es una opinión, todos tenemos derecho a decir pavadas, estas pueden se parte infinitesimal de las mías. No sé. No me hagan caso. Amén y amen, o no.
2 Comments:
perdón a quienes escribieron contestando este blog,por un error técnico, se borraron los comentarios, que eran inteligentes, como siempre. me encantaría que los repitan, y los dejo pidiendo disculpas en Cilencio.
Yo escribí agradeciendo tu visita al mío a la vez expresandote mi agrado por tu trabajo, un gran saludo
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