EDUCACIÓN, VADE RETRO SATÁN

Educar quiere decir conducir, sacar afuera, criar. Todos tenemos educación, es lo que aprendimos de niños, de quienes estuvieron a nuestro lado. Luego, la escuela y el secundario. Mi dios, que terror me da… Ahí comienza el drama... Estaba pensando en porqué se cree en los horóscopos, que jamás aciertan, en la moda, a la que se la sigue como perrito faldero atado a una correa, va detrás del dueño, en la violencia familiar y en la de los deportes como el box, el fútbol americano, el rugby, en los toreros, en los autos que corren a 350 por hora, y mataron en un siglo, unos 25 millones de personas. No cuento sapos, perros, caballos, vacas, siervos y puercoespines, muertos en las carreteras, incluyo mariposas asesinadas en los parabrisas y los radiadores… Y en las guerras, la máxima estupidez y locura del mal denominado ser racional. Me intriga que produce las sociedades teocráticas, tan amigas de las non sanctas guerras santas. Tenemos filósofos, moralistas, poetas que predican el amor, y esa prédica es tan inútil como cenicero de moto. Las religiones que dicen predicar lo mismo, pero se la pasan en guerra santa ad infinitum. O sea, compensan el no frenar la superpoblación mundial, prohibiendo el control de la natalidad, matando jóvenes sobre todo. Viejos, mujeres y niños no cuentan, porque no tienen derechos. Tampoco los de razas inferiores, sobre todo las de piel oscura. ¿Cómo es que las religiones no sirvieron para acabar con la violencia bruta, del homo sapiens sapiens, idiota como ninguna otra especie? Ni siquiera el tiranosaurio rex, pobre angelito comparado con Franco, Hitler o Stalin. Y por si fuera poco, somos la única especie animal que mira programas de avisos por TV. Y la culpa de todo eso lo tiene la educación… ¿Cómo educaron a nuestros tatarabuelos? Fue en un mundo donde aún la mayoría era analfabeto o semianalfabeto; incluso ya lo es quien no sabe manejar un ordenador, y no habla inglés. La gente se hace soldado y va a Irak, o a Afganistán, y vuelve, además de estúpido que era antes, ahora desquiciado en lo emocional, tras haber matado, que es peor que ser matado. O va a sus templos y cree lo que le dice un sacerdote. Que los envía a la guerra santa, pero él se queda en su lujoso templo, gordito, feliz.
Nos enseñaron que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza…
-¿Se parecerá a Torquemada o a Ghandi? -pensé cuando era niño. Ahora, viendo los resultados de su invento, creo que a Atila. Nos adoctrinaron que de una costilla, nació Eva, la primera mujer. Eso maravilloso, que puede tener la imagen de Rocío Durcal, o de la mamá de uno, es nada más que el producto de una costilla… Realmente desilusionante. Cuando pienso en eso, y veo a una mujer excitante, se me suele aparecer como un hueso pelado, ensangrentado, algo muy repulsivo… Es por eso que no tuve un romance con Rocío Jurado. Y pude haberlo tenido, si hubiera querido. Pero ella no quiso. Aunque le arranqué una amplia sonrisa. Bueno, en realidad fueron carajadas… Se rió mucho cuando se lo propuse.
También nos educaron en que los hombres debemos morir por la patria. Y la patria debería evitar que nos maten unos brutos tontos de otra patria. Pero por suerte vino la tecnología a solucionar todo y educarnos en masa. Ahora tenemos televisión para educarnos. Y desde bebés, miramos la caja reducidora de cabezas, unas seis horas por día. ¿Y que vemos? Unas dos horas de avisos. Son muy lindos, ahí todo el mundo es feliz, salvo el que no utiliza el producto que el tendero anuncia como el Edén en la Tierra. Pero lo desastroso es que también los padres de los chavales, ven la tele… Y suelen estar más idiotizados, ya que ellos salen corriendo a comprar lo que anuncian, porque tienen la tarjeta de crédito.
Haga un experimento tétrico… Quite el sonido de su TV, y mire los canales de música para los jóvenes, donde incluso ancianos como los stones, educan o educaron desde los infantes, hasta sus padres. Bien, mire atentamente a los grupos más radicalizados, los metaleros, los punk. Observe como se visten, como se mueven, como aúllan . Piense en Marilin Mason y Michael Jackson. ¿No cree que si un hombre del siglo XIX volviera de su tumba y los viera, con seguridad supondría que eso es un manicomio o una visión del infierno? Bueno, esos educan a sus hijos. Lo peor es ver a miles de jóvenes, saltando igual que ellos, creyendo que se están divirtiendo, y que están formando parte de un mito mágico. El mito mágico son los euros que embolsan los músicos. No sigo más, me voy a la iglesia a rezar para que el Papa permita el uso del preservativo, y que las mujeres también tengan derecho de su cuerpo y que a lo mejor, acepte que Darwin tiene algo de razón con eso de que somos orangutanes evolucionados, con más capacidad intelectual. Lástima que la usamos para construir cosas como las bombas de atómicas… ¿Me oirá Dios…? Mmmm…