AMAR ES MÁS DIFÍCIL QUE MATAR

MÁS DIFÍCIL ES AMAR QUE MATAR


Apenas leí el título de la película en un afiche y había si no me equivoco, la imagen de una mujer con una pistola.
Los mejores títulos de novelas y películas, suelen ser los de las policiales. Y este me dejó pensando, o sea que me dolió… Pensar me dolió… Duele siempre… Más a mí.
Atención pido al silencio… Este comentario es para países occidentales, o para los que copiaron su modo de vida, tipo Japón, no para el mundo musulmán, que es otro cantar, ni para las sociedades mal llamada primitivas, que son serias en lo que va de eso del amor y el casamiento… Si nos dejamos convencer por la cantidad de separaciones, divorcios, traiciones que uno conoce, “Amar es más difícil que matar”, es una estadística, no el título de un filme. Y eso que en este siglo recién pasado por sangre, el XX, hubo unos cien millones de muertos en guerras, sin contar asesinatos de otra índole, como 25 millones por los accidentes de vehículos, que no suelen ser accidentales, sino causales por negligencia homicida, crímenes pasionales, y de delincuentes comunes. Estos últimos, los mas dulces, benignos, comparados con los de los mandatarios. Aquí viene eso que creo que es razonamiento puro… No todo el mundo estuvo en alguna guerra, pero todo el mundo amó, o dejó de amar. O lo amaron y lo dejaron de amar, y todas las variantes que se le ocurran… O no amó un carajo, y se aprovechó de que el otro al menos creía que lo amaba a uno, y le sacó alguna forma de provecho. Como tener relaciones sexuales sin luego comprometerse, o casarse y hacerse mantener, bien o mal, porque peor suele ser mantenerse uno mismo. Ojo, esto va también para los varoncitos… Por estadística, son más los nenes que se casan con la hija del tipo rico, por la fortuna del papi, que las nenas que hacen lo contrario, casarse para estar mejor en la pirámide del consumo. O al menos algún escalón más arriba. Vance Packard, un sociólogo muy serio, afirma esto y revela que más del 90 por ciento de los hombres casados, alguna vez cometieron al menos una infidelidad. Y esto es allá por el antidiluviano tiempo de los ’50… De ahora ni me atrevo a sacar porcentajes, además de que no tengo esa cifra actualizada, pero seguro que más de 100 por ciento, no pasa... Tranquilas damas… No se vanaglorien… El 40 por ciento de los bebés anotados en las libretas matrimoniales, desde que se utiliza esa porquería alcahueta del código genético, confirma lo que decía mi madre: -De los hijos de mis hijas, sé que son mis nietos, no puedo decir lo mismo de los hijos de mis hijos -sabia mi viejita querida… Ademá, que muchas se cuidan durante las trampas...
El amor mueve al mundo, es una frase hecha… Diría que más bien lo puebla…
El amor todo lo puede, es otra frase hecha… Verdad, puede matar a la novia de 113 puñaladas, por celos; puede arrojarle ácido a la cara, por haberlo abandonado; puede hacer que lo maten a él, previo pago a unos señores de profesión asesinos a sueldo, que no son a sueldo, son asesinos por changas… Simples trabajadores temporarios de la muerte… A sueldo son, por ejemplo, las tropas que invaden países, so pretexto de liberarlos de tiranos y dictadores… La lista puede ser infinita… De ella se nutren las noticias policiales, los libros, las películas y telenovelas… Amar es peligroso, muy peligroso… Esto incluye a los suicidios por amor, que en realidad no son por amor, son por pelotudez, por jilipollada, por majadería, por papanatismo, por ingenuidad, por puro placer de hacer burradas, etc., porque matarse por una persona a la que creemos amar, en un mundo poblado por 6.000 millones de personas, y la mitad son del sexo opuesto al nuestro, o del nuestro, si nos place, es inefable… Bah’, no inefable, es pollinada, mentecatez, estulticia, cretinismo, gansada y disparate… Se me dio por adjetivos antiguos... Ahora se usa uno solo, boludez. Redondeando, creo que sí… Que amar es más difícil que matar… Y si dudan, lean las noticias policiales, miren los noticieros de la TV y las telenovelas… Y no se pierdan Romeo y Julieta y Hamlet, que además de ser buenas policiales, están bastante bien escritas, por un tal Chespirito, un cómico mejicano.
Amén y amen, si ahora se atreven…