¿VIVA LA DIFERENCIA?

¿MUJER Y HOMBRE, ESPECIES INCOMPATIBLES?

Del amor voy a hablar, y sé que me voy a equivocar.
Pocas especies animales, tienen tanta disformidad sexual como los homo sapiens sapiens.
-Los hombres son más grandes, más fuertes, más lindos, más inteligentes, no son histéricos, son valientes, decididos, seguros de si mismos y muy deseables –me dijo mi prima Lidia, la ninfómana. Y nadie sabe tanto de hombres como ella, al menos nadie “conoció”, en el sentido bíblico, a tantos, pero sin cobrar, que cobrando cualquiera.
-Las mujeres son histéricas, estúpidas, cobardes, inseguras, sofisticadas, ilusas, sexópatas, traidoras, tontas, feas, charlatanas y se matan entre ellas –me dijo mi primo Pocholo. Nunca se casó, vive con la mamá, mi muy anciana tía Filomena y no le conocí novia, y trabaja en un teatro de revistas, de maquillador. Y por ese mismo trabajo, conoce mucho de mujeres. Claro, me van a decir que ahí son una especie distinta de las mujeres normales. Y es verdad, son mitad carne, mitad silicona. Deben ser mutantes o ET.
-Las mujeres son suaves, ardientes, tienen sentido del humor, comprensibles, maternales, no son violentas, me hacen correr una corriente por la espalda cuando las veo irse, y calzan pantalones ajustados, y cuando las veo venir y tienen escotes profundos –dijo mi sobrino Roberto, que tiene 20 años, y estudia teatro, porque me explicó que allí hay infinita mayoría de mujeres, y se pesca que da miedo. No me interroguen que se pesca, porque para no pasar por tonto, no le pregunté.
-Hombres, lo que se dicen hombres, como mi papá, ya no vienen más. Ahora vienen metrosexuales, aritos, pulseritas, pelo teñido, no quieren a las mujeres, no se hacen cargo de los hijos… Un desastre –me dijo mi prima Leontina, que se separó más veces de las que se juntó con alguien y sigue sin pareja estable. No sé porqué será, se aparece a una mujer muy famosa, una tal Anne Krueger, que era gerente del FMI, muy bonita ella, parecida a Fredy Kruegger. Es millonaria y mi primo Alberto dice que salen con ella por interés y algunos se van cuando se enteran como hizo su fortuna, cobrando seguros de vida de sus parejas. Dije algunos, porque la mayoría, pobres tuvieron mala suerte y se fueron al cielo, que es tan frío y aburrido y sobre todo, tan despoblado.
Como verán, puede haber millones de opiniones sobre hombres y mujeres, pero si uno mira la sofisticación femenina, su instinto maternal, aunque ahora muchas quieran negarlo, su extroversión, su verborragia, su apología de los príncipes azules, su interés por el hogar, la moda, la ropa, el maquillaje, por los chismes, las flores, las telenovelas y el supuesto romanticismo y por la belleza, siente que nada las hermana a los varones, puro deporte, sobre todo por TV, lujuria, pero no demasiado, compromiso cero, violentos, agresivos, y su infinita incomprensión de la mente humana, y por sobre todo, de la femenina. Es más, nunca entendí por qué les gustan a las mujeres… Yo jamás conocí uno que me guste. Aunque todo es relativo, conozco conocidos que sí les gustan.
Y mi opinión, todas las opiniones disímiles, tienen razón, desde su punto de vista, sobre las féminas, el mío suele ser desde atrás y desde adelante, digo, desde donde las miro, mejor dicho donde y como las miro. Mi deporte favorito, es caminar por Flores, con la excusa de mover algo mi esqueleto sentado in eternum en mi estudio, pero en realidad miro, desnudo, imagino, razono, acaricio, beso, pego chirlos en las colas, imagino romances instantáneos, tipo las pelis XXX, donde no hay conflicto y sí unión. Y que unión… O sea, una pareja o una multitud mixta, se ve, y en cuestión de milisegundos, están realizando lo que les gustaría realizar a los espectadores de esas pelis. Porque nadie va a ser tan idiota de alquilar esos filmes, si los puede realizar en vivo y en directo, con damas y/o caballeros como los que se ven en ellas. Lo de “damas y caballeros”, es subjetivo, tan sólo un modo de hablar impulsado por la pacatería, sinónimo de falsedad y de idiotez, según mi prima Lidia.
Los nenes, digamos hasta los 10 añitos, suelen despreciar a las nenas. Estas, empujadas por las feromonas, ya empiezan a mirarlos con cariño, con admiración, con envidia de que hacen cosas que a ellas no les dejan realizar. Se vengan mucho más tarde, como lo revela una estadística debida a los estudios del ADN, por la cual se sabe que el 40 por ciento de los niños con papá reconocido en pareja estable, son hijos de padre cornúpeto.
–Por suerte somos tan distintos, hombres y mujeres –me dijo un día mi tío Alfredo, que es abogado especialista en divorcios y separación de bienes. –Sino debería trabajar y en algo decente –afirmó con un gesto de repugnancia.
En realidad, no sé si nos une no el amor, sino el espanto, el miedo a la soledad, o quizá tan solo la popular idea de copular, valga la rima. Por algo será que se vino a lo bestia, otra que la explosión atómica de Corea del Norte, la explosión demográfica… Gracias Benedicto… Abajo la planificación familiar.
Y viva la diferencia, como dicen los franceses.
Amén y amen.