ES DURO SER TORERO

Morir o morir… de hambre o a cornadas, eran las opciones para primo León, cuando decidió ser torero. El nombre León se lo puso el progenitor, arrepentido de que alguien como él, hubiera tenido la osadía de engendrar un hijo. Quiso así tratar de que al menos quizá el nombre, lo empujara a superarse, pese al hijo suyo. El papá de León, se llamaba Segundo, pero para ser justos, tío debió llamarse “Ultimo”, porque Segundo ya era demasiado pomposo, diría que absurdo, debido a lo poco que era. Chiquito, feo, tonto, borracho, pobre de nacimiento de por vida, y encima de desgracias, honrado… ¡me c… en el libre albedrío…! Su único merito, era la autocrítica y la conciencia de lo poco que era… Desde que tío Segundo nació, no tenía posibilidades de nada, como no sea de perder a todo… Y vaya que cumplió las expectativas… Su primera esposa fue un travesti… tío Segundo lo supo la noche de bodas… Adiós expectativas de debutar… porque macho, era muy macho… falto de experiencia en mujeres, nomás… Pero sólo al principio… Su segunda pareja, la conoció en la Catedral. Él creyó que era monja, por sus ropas, pero eran un uniforme de trabajo, porque sus clientes la querían vestida así… y en la Catedral, conseguía clientes con muchos euros, sobre todo turistas… No me pregunten de que trabajaba, porque no les voy a revelar esas cosas de la esposa de un tío mío… de ellos nació primo León, demasiado buen tipo, como para dejar a San francisco de Asís, a la altura de Saddan, Bush, Franco, Atila, Hitler y Calígula… En él la frase “No mata ni una mosca”, era realidad… hasta se dejaba picar por las pulgas y los mosquitos, porque no quería romper el equilibrio ecológico. Pero vaya a saber los encrucijadas de la genética, era muy atractivo para las mujeres muy desagradables… Y él no sabía decir que no a nadie… Llegó a tener 23 hijos, y todos con mujeres distintas… Si hubiera una “Miss Universo Grotesca”, todas ellas hubieran sido las reinas. Y si hubiera un Nóbel de malas madres, todas ellas lo ganaban… resultado, los 23 hijos, los tenía mantenidos y viviendo con él, y con Lucrecia, la única pareja que lo aguantó, y se quedó a su lado, con la multitud infantil. Se llamaba Luisa, pero cocinaba tan mal, que le quedó de sobrenombre Lucrecia, por Lucrecia Borgia, porque lo que cocinaba, era como veneno… todos vivían casi la mitad del mes, en la sala de gastroenterología del hospital del barrio, curándose de las indigestiones.
Vuelvo a primo León… los 23 hijos no los tuvo en 23 años, eran todos niñitos… los mayores tendrían diez años, y los menores uno o dos… para mantenerlos, trabajaba en tres trabajos al mismo tiempo, de cocinero en un restaurante, de sereno en un banco y de carnicero. Me va a preguntar cuando dormía… era en el trabajo de sereno… además ganó varios campeonatos de dormir de pié, habilidad que logró viajando en el tren, en las horas pico, donde al ir apretado, no hace falta asirse a nada. Aunque a veces se tomaba de las partes traseras o delanteras de alguna dama, costumbre que le trajo sinsabores, como cachetazos, y algunas que otras madres de sus hijos… Siempre hay un roto para un descosido, decía mi madre… Un robo que hubo en el banco, cuando él dormía, le trajo un juicio por complicidad, pero el juez lo absolvió, cuando vio como se dormía durante el juicio… creyó que lo de él era narcolepsia, esa enfermedad que hace que uno se duerma de modo repentino… Pero era solo sueño atrasado, pobre primo León.
En la foto, se lo ve cuando debutó de torero… empezó en Andalucía, en un pueblo pequeño, donde era uno de los que limpiaba la arena, luego que mataban a los toros. Un día ganó el toro, en la primera corrida, a cada uno de los tres toreros, de modo que estaban sin torero, y el dueño de la plaza, le ofreció a él, que reemplazara a los tres matadores… primo se negó, pero poco tiempo, porque el hombre enseguida le mostró un fajo de euros, y no pudo resistir, quedó como hipnotizado. Necesitaba tanto ese dinero, para alimentar a sus hijos y a Lucrecia, y a su estómago, que salió al ruedo nomás. El ni miraba las corridas, porque le daba impresión ver que lastimaban al pobre animal, y decidió que no iba a matar al toro, que lo iba a hacer sentir compasión, y convencerlo de que se hiciera el muerto… por eso adosó al capote, una foto de la Lucrecia y algunos hijos… fue un día de buenas y mala suerte… los 5 primeros toros, muy flojos todos, se murieron insolados, porque ese día hacía 45 grados a la sombra… no tuvo necesidad de usar el estoque. Pero el último, era de lo último, malo como la maldad. Por más que la cuadrilla lo pinchó por todos lados, para desangrarlo y cansarlo, el bruto seguía pinchado a León, para desangrarlo y cansarlo… pero León, fiel al nombre que le dio tío Segundo, seguía en pié… porque era más valiente que El Cordobés, Manolete y El Gallo juntos… había que ser muy valeroso y tener temple de acero, para soportar tener relaciones con sus 23 espantosas mujeres y mantener a sus 23 hijos… A la terapia intensiva, fueron sus 23 mujeres. Porque esa corrida, justo la filmó National Geographic, para mostrar el arte taurino español, y terminó siendo pasada en la TV española, por lo insólita, en todos los noticieros. Y verlo allí, torero, famoso, y en terapia intensiva, ablandó el corazón de todas ellas. Y alentó sus ambiciones de vivir con un torero notable, si sobrevivía, claro. Por su “amor”, se armó entre todas, tal batalla campal, que debieron venir hasta los bomberos… Primo León se recuperó, y se dedicó al toreo. Con la fama por valiente que había logrado, lo entrenaron un poco, y se hubiera convertido en el torero más valiente de la historia española, si hubiera realizado más de las tres corridas que efectuó. Cansado del acoso de sus 23 mujeres y de miles más, que ahora lo veían alto, atlético, rubio y de ojos verdes, debió irse de España.
Está viviendo en Colombia, toreando en plazas pequeñas, allí no tiene tanta fama. Usted se preguntará porque alguien que no mataba una pulga que lo picaba, se dedicó a torero... Es porque comprendió que vivir en Colombia, pese a los secuestros, la guerra entre el ejército colombiano, la guerrilla y los paramilitares, y siendo torero, era más tranquilo que vivir comiendo lo que cocinaba Lucrecia, y manteniendo 23 hijos en España, donde además con tantos hijos, nadie querría alquilarle un piso… y de comprar uno ni hablar, se lo destrozarían en meses. Y sin contar que si se hubiera quedado en la península, sus 23 mujeres y muchas más, vivirían acechándolo. Eso sí, mata toros, pero a sus pulgas y los mosquitos, sigue perdonándoles la vida… Un hombre machazo como él, siempre algo de principios éticos-morales tiene, aunque hubiera caído, como cayó, en la lujuria del poder económico, la fama y las mujeres atractivas que trae todo eso… No lo critiquen…Quien esté libre de toda lujuria, que arroje la primera estocada. Y si no fuera por las pulgas y los piojos que soporta, le tendría mucha envidia… Digo… no sé… ¿O no…?