EL DIVORCIO DEBE SER OBIGATORIO
DIVORCIO OBLIGATORIO
Cuando leo un libro, me intereso antes, por la biografía del autor, para tratar de entender su perspectiva histórica, personal y si es posible sus gustos y manías. Esto me permite ser algo ecuánime cuando lo critico. Quiero hablar del divorcio, yo que llevo un matrimonio más que feliz, con nubarrones, tormentas de verano, lluvias, fríos y calores, pero jamás un tsunami y ni siquiera una larga nevada invernal. Pero fui hijo de un matrimonio fracasado de modo total, desde que tuve conciencia, si es que tengo algo de conciencia. Hasta que me casé, jamás había conoció a una pareja que me pareciera bien conformada. Eso me marcó y me previno. Pero en mi eterno optimismo, basado en la lógica, no en ilusiones, creía que yo podría hacerlo bien, si ajustaba mis instrumentos de nanotecnología, para aprender a unir tornillos y tuercas microscópicos, que son los que unen a una pareja por el largo y corto tiempo de la vida. Con el alma de goleador que tengo, vi la oportunidad en el aire, y la aproveché, pateando de bolea, sin dejarla caer en el suelo… hablo de la oportunidad, en modo simbólico, no de Betty, mi compañera de tranvía. Pero no se crean que fue “en tu cama o en la mía”. Todo lo contrario, me tomé mi buen tiempo y se lo di a ella, me desnudé desde el primer momento que la vi, también hablo en modo simbólico, no sean malpensados…le mostré mis calzoncillos llenos de palomitas, también de modo simbólico, no soy tan bestia de hacer eso en un café. Logré con eso, asegurarme de que ella no me pusiera en un altar, igual no me hubiera puesto ahí, porque era inteligente… Ahora también lo es, por desgracia, ya mucho más… eso me crea obligaciones… Y lo bueno, quizá mágico, es que conociéndonos ambos como somos, nos queremos por nuestros méritos, si es que yo tengo alguno, pero sobre todo por nuestros defectos, que no tengo ninguno… es una broma… Es más si yo tuviera algún defecto, lo diría, de tan sincero y de modesto que soy…Todo este largo introito, es para demostrar porqué creo que el divorcio debiera ser obligatorio, como lo es en algunas civilizaciones mal llamadas atrasadas, donde la esposa es a prueba durante un año, con derecho a devolución, y lo mismo para el marido. Y es que tengo derecho, porque miro de afuera... no hablo por el rencor… a mí me fue bien… no tanto a Betty. Aquí, lo reiteré muchas veces, hablo de occidente, donde nos guiamos por las películas de EE.UU., que es el paraíso del divorcio, cuya penetración cultural, nos ha roto el…. nada… nada…la penetración cultural es muy profunda, eso… Y si no creen, viajen a Las Vegas, con sus cónyuges, y pueden divorciarse ipso facto… Estadísticas serias, demuestran que el 50 % de las parejas, se separan dentro de un tiempo de 5 años. Pero ese es el final del partido, porque cuando uno viene perdiendo desde el minuto inicial, y ya va 137 a 1, no hace falta esperar que se cumplan los 90 minutos para saber que ya perdió… y que sería mejor irse de la cancha, y sin dar las hurras, por supuesto. Por lo que leo, veo, y escucho, la gente se casa, o junta, o lo que sea, porque no se les ocurre otra cosa mejor, cuando están cansados de vivir con los padres, porque se gustan físicamente, porque eso de tener sexo en casa, suponen que es divertido y eterno durante el casamiento, porque no aguantan la soledad, porque ella quiere dejar de trabajar, porque ella está embarazada – no va a ser él, aunque algunos varones dicen “estamos embarazados”, vaya gilipollas -porque él o ella tienen papis con dinero, o él tiene un trabajo prometedor, por darle celos a alguien que los rechazó, por probar si eso es bonito, por vengarse de un fracaso anterior, “porque ella me lo rogó”… Estas son las más comunes, pero son infinitas las causas imbéciles, como para ver que pasa. -Total si fracasamos, nos divorciamos –oí decir.
Bien, si el divorcio fuera obligatorio, al año, y se debiera renovar, cada año subsiguiente, previo consentimiento de ambos rivales, digo contrayentes, como el carné de conducir, se acabarían los grandes peleones. Y esto sería así, porque sabiendo que a fin de año, se te acaba el matrimonio, uno se aguanta, sin grandes contiendas, y luego no renueva, y listo. Se hizo muy bien en España, donde te dan 12 puntos, ó 15 si ya tienes experiencia y buenos antecedentes. Y según las infracciones, te quitan puntos, y cuando llegaste a gastar todos, te quitan el carné. Por desgracia, lo hicieron sólo con el carné de conducir, no también para el matrimonio. Les regalo la idea, señores funcionarios… no me den las gracias…
Es más, mi amigo Roberto –dos divorcios., varios romances frustradísimos -opina que habría que dar un exhaustivo examen para que te den el carné, digo para que te dejen casar. Eso, previo de al menos 6 años de postgrado matrimonial, luego del secundario, y de haber terminado la carrera, quienes siguen estudios universitarios, para que luego no haya reproches y lamentos por no haber obtenido el título, debido a las cargas que aporta el matrimonio. Y también sería bueno, que ya hayan pagado el auto, los electrodomésticos y la hipoteca de la casa. Y luego de cómo mínimo tres años de convivencia perfecta, ahora seguir otro curso para tener hijos, previos exámenes psicológicos muy estrictos, para autorizar a ser padres a los contrayentes. Claro, ya sé…No me lo diga…¿quién demonios está capacitado para dar los cursos de casados, y quien pone las reglas y leyes para tener derecho a ser padres…? No serían los diputados y los senadores, que sólo piensan en sus chequeras y en sus amantes. Costará encontrar personal adecuado. Y jamás deberían ser solteros, capacitados apenas por la teoría de unos libros y unos profesores recién recibidos, inexpertos. Deberían ser personas grandes, incluso ya con nietos… Pero esos, ya por la gran valla que es la diferencia generacional, no comprenderían a los jóvenes y esto sería mutuo. En la actualidad, lo único parecido, es que los curas, le expliquen a los futuros contrayentes, sus obligaciones y deberes, en unos cursillos gilipollas.
¿Y justo ellos, que son solteros, que diablos pueden enseñar? Es como si los besugos, fueran los maestros de vuelo de las golondrinas…
Bueno, termino… para mí, ya no, pero para casi todos los demás, debería ser obligatorio el divorcio… Gracias por la paciencia, Betty… Un beso en Cilencio.
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