PRIMO PEDRO VIVÍA SÚPER APRESURADO
LAS FOTOS DE ARRIBA, MUESTRAN A ZORAIDA, VESTIDA Y DESNUDA... Y COMO EN REALIDAD ERA SU CARÁCTER... YA ENTENDERÁN DE QUIEN SE TRATA, LEYENDO ESTO,
PRIMO PEDRO VIVÍA SÚPER APRESURADO
Primo Pedro era hijo de un filósofo, hombre muy sabio, pero de los que veía el lado vacío del vaso medio lleno, tío Empedocles Cilento, que le había enseñado mucha de esa nefasta filosofía. Y primo Pedro estaba convencido de que la vida es la sombra demasiado breve, de la sombra leve y transparente de un sueño escrito por una multitud de demonios híper malditos, sádicos hasta el aquelarre, que te dan maravillosos momentos de felicidad, pero muy, demasiado efímeros, para que luego sufras cuando se acaban y los añoras, dudando de si se repetirán, y si la vida no se acabaría un minuto después, en un accidente. Por el contrario, para él, los momentos de dolor eran todos, salvo cuando uno está drogado por las endorfinas que dan los momentos maravillosos, cuando no por el alcohol, la cocaína y todas las demás drogas, incluida la morfina... dije que vivía súper apurado, y no le quería dar ni un milisegundo a la vida, queriendo aprovechar cada uno de ellos, en un estado de felicidad absoluta.
-Gozar es sufrir porque sabes que eso acabará- decía, mientras para consolarse, se comía en 15 minutos tres pizzas de roquefort regadas con hectolitros de cerveza Quilmes, y se hacía acariciar y otras cosas, por dos o tres señoritas muy gordas, le encantaban los pechos y las nalgas voluminosos y firmes... y como era muy rico, y por demás atractivo, y por si fuera poco, tenía mucho dinero, y todo esto lo hacía seductor al máximo, sobre todo lo de sus infinitas tarjetas de crédito doradas. Porque además era generoso, culto, inteligente y muy varonil. Y debido a eso, trató ya casi desde su más tierna infancia, vivir todas las experiencias que todos consideraban maravillosas, que a los 3 añitos, consistían en tragar toda la comida sabrosa que caía en su mano, hacer rabiar a sus padres, jugar a todo lo que pudiera, y en hacer todas las travesuras posibles, cuando más gordas mejor, como romper las ventanas de los vecinos, pegarles a los demás chicos, no estudiar casi nada, salvo filosofía, porque eso le gustaba, y mas tarde, llegó al placer sexual, 11 añitos, con las primas Rosario y Purificación, que pese a sus nombres, eran lo más pecadoras que podían ser dos niñas de familia ultra religiosa. Como eran mayores que él, lo aprovechaban porque suponían que no las podía embarazar, además de estar demasiado dotado, para no ya su tierna edad, sino para un adulto... Error, porque ya eyaculaba, y dejó un tendal de hijos. Pero jamás se enteró, ni tampoco las primas, porque siendo muy promiscuas, pensaban que eran de los otros novios que tenían, todos al mismo tiempo. Ya lo dije muchas veces, nuestra familia siempre tuvo una libido infinita, eso hizo que fuéramos tantos, por algo hay cinco ciudades que se denominan Cilento, en la Catania, en Italia... ponga “Cilento” en Internet, y asómbrese de cuantos aparecen.
Primo pedro, pese a su apuro para los goces sensuales, no era de ir ligero en sus limousines blindadas Rolls-Royce.
-Morir vamos a morir todos, pero no me gustaría quedar lisiado, por ir ligero en un auto –me dijo una vez, pero la verdad era que en sus autos, siempre llevaba algunas de sus chicas, y ahí no perdía el tiempo... y no me pregunte que hacía allí con ellas, mientras otra de ellas manejaba, esto pueden estar leyéndolo niñitas...
En realidad, primo Pedro, huyendo del terror a la muerte, y al dolor, realizaba a lo bestia, todos los placeres que de verdad dan placer, pasando desde el sexo, al sexo, o al sexo, o a la comida, y a la comida, y a la comida, y a las drogas que dan momentos falsos de felicidad... y dije “realizaba” y no dije gozaba, porque vivía pensando que eso tal vez era la última vez que lo disfrutaba. Como dice el viejo refrán, “Dios le da pan, a quien no tienen dientes”. No le voy a decir envidiaba sus posibilidades un poco, no, en realidad lo envidiaba de modo fatal... tanto, que cuando yo obtenía algo de felicidad, siempre sufría, pensando que él podría ser más feliz que yo, si tuviera una inteligencia emocional en verdad inteligente, porque en realidad yo, como todos, no quiero ser solo feliz, sino mucho más feliz que los demás, aunque la mayoría lo ignore, y lo niegue. O sea que en lo emocional, soy tan idiota como él... y no se burle... ¿acaso usted no es así, por ejemplo quiere que su equipo salga siempre campeón invicto, con la valla invicta y ganando por goleada... o si es del otro género, quisiera tener siempre la mejor ropa y alhajas que todas, además de ser todo lo atractiva y deseada que usted pueda imaginar?
Un día, paseando por Arabia, se enamoró de Zoraida, una gordita preciosa, y dulce como suelen ser las mujeres de esa creencia súper machista.
Pero su secretario y asesor, le dijo que perdería la libertad, y entonces, terco como era, se compró un harén entero, de gorditas maravillosas en lo sensual, y con una lívido similar a la suya, 600 mujeres, igual al que tuvo el ex Rey Faruk, se convirtió al Islán, y se casó con todas al mismo tiempo...
-Ahora tendré libertad, y podré ser feliz, y estaré casado con mi amor, Zoraida, porque si me acuesto con otras, es legal, y ella no podrá enojarse, ni hacerme problemas –me dijo en un meil que me envió.
Pero perdió la apuesta, la felicidad nunca se la puede atrapar entre los dedos, es como las sombras de la niebla... Su lascivia lo perdió, lo enterraron al mes de casado...
Y no me pregunte a que se debió... eso sí, le cuento que salió en la Guía Guinness de los Récords mundiales, en la sección “hombres con mayor cantidad de eyaculaciones, en 30 días”•
La vida es dura, pero a veces, querer tenerla demasiado dura, puede ablandarnos...
Amen y amén.
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