CUENTOS BREVES, NO SON CAMPAÑAS ELECTORALES.

TODOS ESTOS HECHOS OCURRIERON, DOY FE

EL POETA ENAMORADO
-Era una vez un poeta maravilloso. Hacía las rimas más ingeniosas y bellas del mundo. Hasta que se enamoró de ella, la mujer más maravillosa del mundo. Era bonita, amorosa, inteligente, delicada y tenía todas las prendas hermosas que nunca tuvo jamás mujer alguna. Por eso él enloqueció. Quiso escribirle un poema digno de su talento y de la maravilla de ella, donde la halagara, deslumbrándola, para enamorarla. Y no encontró una rima que no fuera usada antes por otros poetas, para decirle hermosa. Estuvo tres meses escribiéndolo. Cuando se lo entregó era tarde. Ahora ella vivía con un apolíneo striper analfabeto, que le pegaba todos los días con la toalla mojada, para calmar el masoquismo de ella.

LA MUJER GENIAL
-Tenía el coeficiente intelectual más grande del mundo. Para ella no había problema imposible de solucionar o comprender. Nada tenía secretos. Un día quiso formar su propia familia. Buscó un hombre enamorado no por su belleza, ni por su bondad y simpatía, todas cualidades en ella muy grandes. Deseaba ser amada por su inteligencia. Cualquiera conocedor de la personalidad de los hombres, sabe como terminó. Soltera hasta el fin de sus días.

EL HOMBRE DEMASIADO INTELIGENTE
-Hace muchísimos años, tantos que ya nadie puede recordar cuantos, había un hombre tan inteligente, pero tanto, como para comprender por sí solo, todos los misterios que los demás hombres a veces ni siquiera se daban cuenta de que existían. Quiso develar estos secretos a los demás hombres. Y como ellos no lo comprendían, lo tomaron por loco y lo encerraron en un manicomio y le hicieron electro shok y una lobotomía, para curarlo de lo que creían su locura.
EL ADIVINADOR FRUSTRADO
-Era el oráculo más famoso del país. Todos los días millones de personas escuchaban sus predicciones por la radio, la televisión o la leían en el diario más importante. Su vaticinio de lo que le esperaba a todos, según su signo del horóscopo, se consideraba infalible.
Ganaba fortunas publicando libros con sus predicciones para el mes entero, e incluso para todo el año.
Pero nadie se dio cuenta de un pequeño detalle. A él le faltaban ambas piernas, un brazo, un ojo, y tenía cicatrices por todo el cuerpo. Esto era porque nadie lo vio, pues escondía su persona como un secreto de estado. Todo esto era el resultado de accidentes que solía tener, pues nunca acertaba a adivinar los accidentes que le ocurrían, con el gas, con la electricidad, los autos que lo atropellaban, las cornisas y balcones que se le caían encima, los perros que lo mordían por las calles y los ascensores que se caían cuando él subía.

LA BORDADORA MÁGICA
-Era una bordadora con una aguja mágica. Todos sus bordados eran perfectos, maravillosos y con una cualidad única. Si bordaba algo deseado, eso se obtendría para siempre. Podía ser el rostro de la persona amada, y esta nos amaría toda la eternidad. Podía ser dinero, y seríamos la persona más rica del mundo. Pero ella tenía un problema. Lo que bordaba para su propio uso, era todo lo contrario. Jamás podría obtener en la realidad, lo que representara con su aguja y sus hilos de colores. Hasta que se le ocurrió dar una gran vuelta de tuerca… se hizo un bordado donde ella era pobre, vieja y sola. Y fue el único que se cumplió.

El PESCADOR DE ILUSIONES
-Érase una vez un pescador de ilusiones. Pescaba ilusiones tan grandes y bonitas, como para hacer feliz a cualquiera. Y todos querían comprárselas. Y él no las vendía, porque prefería sus ilusiones, al dinero. Pero unos señores del gobierno se enteraron de lo que pescaba nuestro pescador, y le mandaron un grupo de los servicios secretos, con la orden estricta de que le vendiera las ilusiones tan bonitas al señor Presidente de la Nación. El pescador quiso oponerse, pero antes las amenazas de muerte, debió ceder. Hoy ocupa un alto cargo en el gabinete. Es el ministro de Propaganda, y le escribe los discursos al señor candidato a Presidente de La Nación.

Y va un beso en Cilencio para todos, y amen y amén, que quiere decir "así sea".