Lo mío con Araceli fue muy breve, pero demasiado tormentoso. Ella subió a donde está, gracias a mis conexiones en los medios, sobre todo en TV. Lo hice de puro buentipo que soy, porque viéndola tan feúcha, me daba lástima, cuando trabajaba en una tienda del barrio del Once, vendiendo ropa. Vendió tanta, la de ella, que se quedó desnuda. Se salvó el soutien que se ve en esta foto y una bombachita. Parecía que era su fin, desnuda casi, pero milagros de los duendes de las mujeres feas, la vio un famoso productor, amigo mio, yo le había recomendado esa tienda, para comprar ropa usada. El tipo acompañaba a una célebre actriz porno a comprarse ropa, y al ver a la pobre Araceli, solo en paños menores, se enamoró, por decirlo en fino. Bah, se agarró una calentura de aquellas, para ser verdad. Nunca entendí la causa, porque a mí, con ella no sentía nada, no era mi tipo. Me hice lío, yo no era su tipo, ella no sentía nada. Sí, ella era el mío, como cualquier otra mujer.
Y bueno, el final, se fué con él, y ahora es una estrella, y lo que dije de tormentoso, fue así... Todavía cuando hay tormenta, y estoy solo en casa, ni se imaginan lo que sufro recordándola.
Amen y amén.