LO PROMETIDO ES DEUDA, CUENTO LO DE NATALÍ
Esto no tendría nada de extraordinario, si nos conociéramos, pero jamás la había visto en mi vida. Porque si para algo tengo memoria, es para los rostros, y más para los de seres etéreos como ella. Por lo tanto, no podría saber mi nombre, salvo que se confundiera con otro, de igual apelativo, y muy parecido a mi, pobre tipo, digo.
-¿Me acompañas a casa, que estoy sola, mis padres se fueron de vacaciones, así charlamos un rato? –siguió diciéndome.
Zorro viejo y desconfiado que soy, pensé que como dije, se había confundido con otro, o que de casualidad acertó mi nombre, y es una mujer de la calle, que trataba de engancharme en su fructífero negocio. O peor, esas llamadas “viudas negras”, que seducen a gente grande, para luego dormirlas con un somnífero, y robarle sus pertenencias. Rápido, contraataqué, intrigado, para sacarme las dudas, ofreciéndole primero ir a comer algo, en un restaurante cercano, y ella aceptó gustosa. Por supuesto, vigilé sus manos, de que no pusiera nada en mi bebida o en mis platos.
Las miradas de envidia de todos los hombres que percibí en el lugar de comidas, fueron de lo más agradable que viví en mi larga vida. Es tan lindo que te envidien... escuché por ahí algo que sonaba a “...viejo libidinoso, puede ser su nieta” de una vieja de clase alta, y todo era tan divertido.
Mientras comíamos, ella charló hasta por los codos, con un solo tema predominante...Yo... Contó mil y una anécdotas de mi vida, muchas de las cuales sólo yo podía conocer. Esto me sorprendía de modo exponencial cada vez más. Hasta cosas de mis padres y mis abuelos sabía, como si las hubiera vivido junto a ellos. Ya mi asombro superaba lo mágico. Comencé a creer que estaba soñando, o que en realidad era mi ángel de la guarda, hasta que era mi madre, que volvió del más allá, y me estaba haciendo una broma, que eso era una de sus bellas costumbres en vida. Y por supuesto, trataba de despertarme, por estar casi seguro de que era un sueño.
Aquí se produce una neblina en mi memoria, donde aparezco sin saber como llegué allí, en su cama, muy cansado, y ella dormía plácida a mi lado, desnuda, apenas tapada por una sábana. Me levanté de modo quedo, y revisé mi billetera, todo estaba allí, y de repente, recordé un sueño, que había tenido al despertarme, de que había hecho el amor con ella. Pero uno de esos viajes por los cielos eróticos más increíbles, como nunca antes tuve, ni jamás después tendré. Y entonces se despertó ella, y media amodorrada aún, virginal y etérea en su belleza, sin pudor de mostrar sus increíbles e inefables pechos, me dijo:-Eugenio, por favor, vete... Pronto llegarán mis padres, dame un beso de despedida... – me dio el beso más fogoso y largo de mi historia. Me separé. Me vestí, y me fui. Desconfiado como soy, me paré en la vereda enfrente de su casa, una mansión de aquellas, en la muy cotizada avenida del Libertador, para ver si en verdad venían sus padres, queriendo averiguar algo de toda la magia casi ilusoria que creí haber vivido. Y en efecto, al rato llegaron una mujer que todas luces por su rostro y cuerpo debía ser su madre, en un Mercedes último modelo, manejado por un chofer de uniforme, acompañada por un hombre con edad de ser el padre de Natalí, también parecido a ella -el matrimonio era muy parecido entre sí -entraron, y yo me fui, porque ya un portero de donde estaba, me comenzaba mirar con desconfianza, suponiéndome un merodeador.
Pasó tiempo, y nunca más supe de ella. Me quedaron mil dudas. Siento, que no fue un sueño, por la duración de los sucesos, y porque jamás tuve alucinaciones, no me drogo, apenas bebo un vaso de vino en algunas comidas y alguna cerveza compartida, otras veces.
Por favor, si alguien me puede explicar esto, se lo agradeceré de modo muy efusivo. ¿Pudo haber sido mi madre, su espíritu –teníamos un muy fuerte Edipo mutuo y se llamaba Leoní, parecido a Natalí –o se puede tener accesos aislados de delirios, sin fiebre ni nada que lo avale?
Por favor, ruego una respuesta amable.
Y sí, lo sigo gozando como si no dudara de que fue real, es más no lo dudo en modo absoluto, porque los agnósticos, creemos todo posible. Y en verdad, espero, con pocas esperanzas, que lo que narré se repita, nunca me doy por vencido, ni aun vencido, y además, ¿quién me quita lo bailado? O aunque sea, soñado.
Un beso en Cilencio a todos.
Amén y amen.
4 Comments:
Nada que ver con tu post, con el que me siento muy identificado... Pero hace ml años me pediste datos sobre un personaje que te gustaba te paso un link de wikipedia. Está en inglés pero está la alternativa de otros idiomas también.
Un abrazo, nos vemos por el museo un día de estos.
http://en.wikipedia.org/wiki/Eega_Beeva
Fabio
fabio, gracias, aquí era Escualidus, y se me había quedado en las neurons con poco uso, ahora lo vi y lo que dice que sirvió, para recordarlo mejor.es genial, demasiado para Disney y su mentalidad estrecha.
va un abrazo en Cilencio.
HOLA COMO EN CANTA LOS CANTOS IMAGINARIOS DE NATALI BUE ES LO QUE ME IMAGINO O MEJOR DICHO QUE VENGA PO ACA QUE LE DIGO UN PAR DE COSAS AL ESTILO BUCAL ARGOLLA EN DEDO...
A MI BLOG DE AQUI NUEVIN ES ESTE
cilencionosecalla.blogspot.com
SI LO BOLU VOLARAN YO TODAVIA ESTOY VOLANDO TENIA COPIADO EL TUYO BUE AHORA VA EL QUE TIENE QUE IR :
http://marceloelciudadano.blogspot.com/
ATERRIZE en tierra firme me lleve por delante a la mulatona eso amortiguo la caida. jajajaj
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