lunes, mayo 21, 2007

PRIMO SIGMUND LÓPEZ, EL PSICOANALISTA DE BAÑERA

PRIMO SIGMUND
Ser psicoanalista era el sueño de tía Teresa. Le vino Porque se enamoró de una foto de Freud. Era de tener mal gusto para todo lo estético. Pero no pudo, sus padres eran muy pobres, y apenas llegó a maestra. Debió trabajar ya desde los 15 años, se enamoró de su psicólogo, bueno, se enamoraba de todos. Creo que tiene algo que ver con una cosa que ellos llaman “transferencia”. Para mí, ella era cachonda nada más, pero con pretensiones intelectuales, producto de negar a los padres, que eran verduleros. Este la sedujo fácil, porque ella lo idealizó, y la embarazó a los 16, lo tuvo a Sigmund a los 17. Y a los 18 decidió que su hijo sería psicólogo como su padre, que ya había abandonado a tía Teresa, desde que supo que estaba embarazada. Y para justificarse, dijo que el embarazo de ella, era psicosomático, que él no era corruptor de menores, y se fugó a Abisinia, para no ir preso.
Al Pobre Sigmund, tía Teresa lo alimentaba con una mamadera, donde estaba pegada la imagen de Freud.
-Eso le va a potenciar de modo subliminal su amor a la psicología -decía a quien la quisiera escuchar.
En vez de libros de cuentos, lo hacía dormir leyéndole las obras completas de Freud. Y gracias a eso, el pobre dormía como un bendito.
Decidió que no lo iba a enviar a la escuela.
-Allí le iban a enseñar pavadas como matemáticas, lógica, geografía, historia, química, que no sirven para la psicología –le comentaba a quien quisiera oírla. Y le funcionó. Por eso el pobre Sigmund, que aprendió a leer a los 3 años, ya decía palabras como inconsciente, ello, súper yo o Edipo, sin entender muy bien decían, y largaba largas parrafadas de memoria, sobre “envidia del pene” y cosas por el estilo. Eso hacía que todos en la familia y en el barrio, lo tomaran o por un genio, o por un idiota. Y los más extremistas, la mayoría gente de formación cristiana, creían que estaba endemoniado. Fueron varios los intentos por exorcizarlo, sobre todo, de tío Alberto. Era primo hermano de un párroco de la iglesia Corpus Dómine, que no voy a nombrar, allá en mi lejano barrio de Villa Luro, en Buenos Aires. Intentaron exorcizarlo a escondidas de la madre. Todo se complicó, porque en un momento que comenzaron el exorcismo, Sigmund, que estaba empachado, vomitó algo verde. Supongo que habría comido espinacas, porque al pobre niño le gustaba ver Popeye, el marino, y creía que comiendo muchas espinacas, podría sería súper fuerte y pegarle a todos los demás chicos del barrio, que se le burlaban por sus conocimientos de psicología. Porque ya a los 5, sabía de verdad. No solo podía discutir a Freud, sino a Erich Fromm, Alfred Adler, Piaget, Carl Jung o cualquier otro que se pudiera nombrar. Confundir el vómito verde, con una posesión de Satanás, fue una sola cosa. Como luego seguía hablando de psicología, intervino el Obispo Primado, de Buenos Aires, tratando de obligar a la madre a hacerlo exorcizar. Pero no hubo caso, tía Teresa, anarquista, atea y librepensadora, no lo permitió jamás. Como que no lo envió al colegio, para que no lo contaminaran, porque en esa época ensañaban -sí dije “ensañaban”, era lo que decía ella –enseñando religión. Porque opinaba que enseñar eso, era ensañarse con las criaturas. Ella misma, también culta e inteligente a nivel de genio, igual al hijo, lo preparó para que hiciera la escuela primaria, y la secundaria, cosa que hizo en dos años. A los 8 intentó hacerlo ingresar a la Facultad de Psicología, para que tuviera el título para ejercer, como tía quería. Pero no pudo ser. La burocracia le impidió cumplir su sueño de tener el diploma. Astuta y decidida como era, le hizo imprimir un diploma en una imprenta, y puso una chapa de bronce en puerta de la casa, anunciándolo como psicólogo. Como se había mudado a Villa Crespo, un barrio de Buenos Aires llamado también “Villa Freud”, porque muchísimos psicoanalistas trabajaban en la zona, entraba gente a psicoanalizarse. Como ven en la foto que puse, nunca tuvieron para un verdadero consultorio, porque vivían en un solo ambiente, y con 4 gatos. Los aspirantes a pacientes, cuando lo veían a primo Sigmund con sus ocho añitos, se creían que era una broma, y se retiraban algunos riendo, otros enojados. Pero algunos, por seguir lo que suponían una chanza, se quedaban para psicoanalizarse, y ya en la primera sesión, quedaban asombrados. Sigmund era en realidad genial. Lo que por su corta edad, le faltaba de vivencia, lo suplantaba con todo lo que había leído, no solo de psicología, sino también de filosofía, y de literatura. El “boca a boca”, logró que en un lapso muy breve, tuviera una clientela enorme. Y se produjo además, algo mágico, pasó a ser su psicoanálisis de bañera, todo un avance en la ciencia. Funcionaba mejor que el de diván. Pero lo de siempre, la envidia de sus colegas, fue tremenda. Pronto averiguaron que su diploma era falso, y lo denunciaron a las autoridades. Pero no le podían quitar el título que no tenía, y por sus 9 años, era inimputable para la ley. Todo quedó en la prohibición de trabajar en el futuro.
Tía Teresa se mudó a otro barrio, y de nuevo el éxito, y de nuevo la envidia y la denuncia, y volver a tener que mudarse y empezar de cero. Esto se repitió hasta que Sigmund cumplió 16 años, y se presentó a dar los exámenes correspondientes, que rindió en un año, con promedio de 10. Ahora era legal, y tío Alberto, creyente sí, en lo endiablado de la inteligencia de Sigmund, suponía un pacto con Belcebú, pero con su mentalidad de prestamista, le puso un consultorio en Barrio Norte, lo más exclusivo de Buenos Aires, con la santa y generosa condición de quedarse con el 80 % de las ganancias de Sigmund. Pero ahí fracasó. No estaba hecho para el diván y para estar bien trajeado y tener dos secretarias. Lo suyo era un baño de casa pobre, y él vestido con sus gastadas ropas de siempre. Y a eso debió volver.
Pero no se crean que en realidad ganaba muy poco. Todo lo contrario, sus clientes siempre fueron la crema de los funcionarios gubernamentales, y de los muy altos ejecutivos de las grandes multinacionales, que arrastraban sus tremendos complejos de culpa por el dinero que ganaban. Por lo que les cobra una fortuna.
Ahora tiene una mansión en la Avenida del Libertador, de más de mil metros cuadrados, a todo lujo, con pileta de natación de 25 metros, pero sigue atendiendo en una casa muy vieja, en un barrio pobre, en Barracas, donde sus clientes deben venir recomendados por otros dos de ellos.
Eso sí, jamás pudo convencer a las autoridades que dominan el mundo psicoanalítico, de que su método de bañera, era revolucionario y eficaz. El decía que los retrotraía a cuando jugaban de niños en la bañera, y eran felices, lo que les permitía recordar sus traumas iniciales.
Y todos los que se atrevieron a imitarlo, fracasaron de modo estrepitoso. No tuvieron el talento genial de primo Sigmund.
No todos en mi familia son perdedores...
Amén y amen.

11 Comments:

Blogger Marcelo Niño said...

salud amigo, esta todo lindo por aqui.

12:45 p. m.  
Blogger Unknown said...

Sí a psicólogos, no a psicoanalistas!!!

Besos en cilencio, se te extraña por mi blog!

2:44 p. m.  
Blogger CILENCIO NO SE CALLA said...

don niño, ya ni me acuerdo de su rostro... que lejos estamos.
va un abrazo en Cilencio y gracias por los datos.

2:54 p. m.  
Blogger Unknown said...

Cilencio, me dejaste con la duda en el comentario que hiciste en mi blog...anda no seas malito!!!

2:55 p. m.  
Blogger CILENCIO NO SE CALLA said...

Mariela, te juro por las cenizas de Bush, que no lo hice por ti.
te sigo queriendo, en Cilencio.

2:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

voy a borrar de mi lista de futuros trabajos soñados ser psicoanalista de bañera, definitivo

4:36 p. m.  
Blogger CILENCIO NO SE CALLA said...

anaa, gracias, va mi mejor beso en Cilencio, y no digas jaás "en esta bañera no pondré a mis pacientes". la vida da muchas sorpresas.

5:34 p. m.  
Blogger Loredana Braghetto said...

me quedo con los psiquiatras.
es una cosa personal. lo admito.

9:01 p. m.  
Blogger sg (Silvina Gramajo) said...

hola amigo,pase a dejarte un besote grande y a pedirte que sigas arrancandome una sonriza cada vez que te leo,besos en cilencio,hasta pronto.Silvi

12:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

I inclination not approve on it. I assume nice post. Especially the title attracted me to study the sound story.

1:58 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Amiable post and this enter helped me alot in my college assignement. Say thank you you as your information.

10:41 p. m.  

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