lunes, mayo 24, 2010

ELEGÍA A SAN ONÁN BENDITO


ELEGÍA A SAN ONÁN BENDITO



Existen muchos santos dignos de adoración, entre otros, como San Cayetano, al que se le pide trabajo, o San Antonio, al que se le pide novio, pero ellos tienen una falla… No siempre otorgan los dones que les ruegan sus fieles fieles, valga la redundancia. Pero para mí, pese a mi agnosticismo confeso, existe uno que los supera a todos y perdón por mi tal vez sacrilegio infiel, por mi apostasía y quizá blasfemia, pero como San Onán Bendito, no hay otro igual. Como a Buda, tiene mil nombres y como Buda, nadie suele nombrarlo, aunque todos son sus acólitos reverenciantes. A él no se le pide nada, sólo se lo recuerda, sin siquiera nombrarlo, y siempre acompañado por una imagen, para sus fieles, adorada al infinito, que es a quién o quienes les dedicamos nuestro homenaje, por lo general personas muy agraciadas y deseables en lo erótico, del sexo contrario, cuando no del mismo del orante… Hay de todo en la viña del Señor, y todos tienen derecho de hacer de su c… un pito.
Orarle a San Onán Bendito, es por empezar, un rito y un grito de privilegio, de independencia, de libertad, de manumisión, de autonomía. Es un glorioso canto a la vida, al amor, al placer, al erotismo, a la sensualidad sana, e incluso a la sensualidad desenfrenada. Como también puede ser un síntoma de castidad absoluta. De ahí que también es muy adorado en los conventos, incluidos en todos los de otras religiones. Y ese homenaje al bendecido y muy reverenciado San Onán Bendito, salva a tantas almas inquietas, pero de ánimo cortito, de las iniquidades que producen la timidez, la mal considerada fealdad, la indiferencia de algunos seres, que emulando a Narciso, sólo se aman a si mismos, y no bajan sus ojos, a quienes creen seres inferiores, por no poseer sus supuestos dotes de belleza, armonía, gallardía y galanura.
Es, no como muchos creen, tan solo el santo de los solitarios… No sólo es quien da una mano, y qué mano, como ningún otro la da, a quien pena de amor, sin que nadie le otorgue las mieles de su compañía… San Onán Bendito, también puede ser el que sea admirado por quien desea pasar algo así como un replay y repetir un instante maravilloso, apenas muy reciente, porque por el momento no puede rescatarlo, o al menos, en toda la intensidad del hecho anterior. Esto es muy común incluso entre damas amantes esposas de caballeros agotados por el duro trajinar de la vida, y que por ello, apenas y no siempre responden al número uno, y con dificultad al número dos, y ni hablemos del tres o subsiguientes. Somos gente grandes, y todos saben a qué me estoy refiriendo ¿Qué hubiera sido de Robinsón Cruzoe, sino le oraba a nuestro bienamado San Onán Bendito? Se hubiera suicidado a los tres meses, en esa isla espantosa de soledad e infernal. La literatura y sus creyentes, hubieran perdido un personaje único, inolvidable y paradigmático. Daniel Defoe no se abstiene de referirnos esos pasajes, que están en una versión guardada en la biblioteca secreta del Vaticano. Esto es debido a sus popes que permitieron que la juventud gozara ese recordado libro, pero con las típicas censuras bíblicas. Ellos no quieren hacer de San Onán Bendito, santo de la Santa Iglesia Romana, por algunas contradicciones de esos pasajes, con el antiguo y nuevo testamento.
Remedando a Jesús, diríamos que quien no le ha rendido culto a San Onán Bendito, que arroje la primera piedra, con su mano más hábil.
Amén y amen.

2 Comments:

Blogger Mabel G. said...

Sabés que soy atea y no me doy con los santos. Pero algo sé por mi abuelita que era super católica, apostólica y romana (aunque era de Galicia)
.... Pero de este santo nunca supe nada... nunca nadie lo mencionó delante mío...
Pero si vos decís que es muuuuy venerado, ¡ yo te creo !
(Vos sabes mucho de todo.... !!!!y como dicen algunos... "el que sabe, sabe y el que no pa´Australia ")
Un abrazo amigo.

8:29 p. m.  
Blogger cilencio said...

Mabel querida,uno de sus milagros, es hacer que las manos de los hombres que lo veneras, tengan la palma muy peluda. de las mujeres no sé, no tengo experiencia...
un beso en Cilencio...

8:30 a. m.  

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