TE COMERIA TODA...

-Te comería toda -le dijo mi primo Alberto, a la simpática señorita que se ve en la foto, tomada desde la ventana de mi casa -él trabaja en el restaurate de enfrente -gracias a que me compré una cámara digital, para fotografiar la mayor cantidad de estupideces posibles, y luego abrumar -sadismo puro -a los amigos, parientes y conocidos, mostrándoles una infinita cantidad de fotos, en el ordenador, como la llaman a la computadora los españoles.... Bueno, en realidad no lo dijo, porque es muy tímido, muy inglés de antes, cuando no se le podía hablar a una dama si no se era presentado por alguien que conociera a ambos... Mi primo en realidad lo pensó, pero yo sé que lo pensó así, lo conozco demasido bien. Ahora esta trabajando de cocinero, como se ve en la foto... El es muy comilón -no en el sentido que la dan los argentinos, que es sinónimo de gay -y acepto ese trabajo, para comer todo lo posible, sin gastar una moneda, y que además le paguen... Esto es el sueño de la mayoría de los habitantes del mundo, digamos el 60 por ciento -ver estadisticas del hambre en el tercer mundo -. Alberto cocina muy bien, su especialidad sería hacer niños envueltos, pero teme las consecuencias penales... Eso se le ocurrió luego de leer la Pequeña proposición, de Jonatan Swift, el autor tambien de las dos historias de Gulliver, en el país de los enanos y el de los gigantes... En la Pequeña Proposición, libro que todos debieran leer, Swift -oh casualidad, tiene nombre de frigorífico inglés -propone que habiendo en esa época tanta miseria en Irlanda, que siendo además lo único que tenía la gente misérrima, eran muchos hijos -porque allí no había ni píldora anticonceptiva, ni del día después ni pensar en que un irlandés pobre, y medio mamado, para olvidar su situación paupérrima,se pondría preservativos -que se usara a los niños pequeños como comestible. Incluso da recetas de como adobarlos y cocinarlos. Y la idea no es mala, porque acabaría ahora con la súperpoblación del tercer mundo, habría más alimentos, y para muchos, incluso divisas fuertes, provenientes del primer mundo, donde si se come carne de canguro, ballena, cocodrilo y caballo, no veo la causa para no comer carne de niño indú o africano. Haciéndole buena publicidad sería muy factible. ¿Acaso darles a esos niños indeseados, un destino útil, como alimento, no es mejor que dejarlo morir de hambre por millones y luego que se los coman las moscas y los gusanos? Después de todo, cualquier animal comestible por el hombre, es tan hijo de Dios, como lo son los niños del submundo pobre... ¿O estoy diciendo pavadas? No sé... Creo que todo esto se me ocurrió pensarlo porque mi primo Alberto me convidó a comer niños envueltos, regados con un muy buen vino tinto... Estaban muy ricos... No hablo más... Amen...